Conocimientos previos:
Introducción
El ADN, o ácido desoxirribonucleico, es el material genético que se encuentra en las células de todos los organismos. Está compuesto por nucleótidos unidos entre sí (Adenina, Timina, Guanina, Citosina). El ordenamiento y secuencia de los nucleótidos forma un polímero de ADN de doble cadena, el cual contiene información para generar proteínas utilizando diversos ARNs como intermediarios. En células eucariotas la mayor parte del ADN se localiza en el núcleo que está rodeada por una bicapa lipídica. Sin embargo, una pequeña cantidad de ADN también se puede encontrar en otras estructuras celulares, como en la mitocondria en animales o cloroplastos en plantas (A. Checa, 2016).
Gregor Mendel: predecesor al descubrimiento del ADN
Antes del descubrimiento de la molécula de ADN, un monje que estudiaba diferentes aspectos de los chicharos llamado Gregor Mendel sentó las bases de las leyes de la herencia genética (figura 1). Efectuó cruzas entre chicharos con diferentes características (color de la flor, textura de la semilla, etc) y en sus resultados pudo postular las siguentes leyes (Fraser, 2001).
Leyes de Mendel:
El trabajo de Gregor Mendel no fue reconocido cuando lo publicó y no fue sino hasta el año 1900 con los trabajos de Carl Correns, Hugo de Vries y Erich von Tschermak, que se le dio el crédito que merecía su labor y descubrimiento. Los avances científicos posteriores pusieron de manifiesto que las leyes de la herencia de Mendel constituyen una simplificación de procesos que a menudo son mucho más complejos. Sin embargo, estas leyes sirven todavía como base fundamental para la genética moderna (Dahm, 2008).
Los primeros hallazgos del ADN
Posterior a las leyes propuestas por Mendel se dieron los primeros experimentos para descubrir la molécula del ADN. Esto inició con los trabajos de biólogo suizo Johan Friedrich Miescher en 1869, el cual aisló varias moléculas ricas en fosfatos de muestras de pus recuperadas a partir de los vendajes del hospital. A estos aislados ricos en fosfatos provenientes de los núcleos de las células blancas de la sangre, los llamó “nucleína”. Sus hallazgos fueron publicados por primera vez en 1871, pero su importancia no fue reconocida en ese momento (Dahm, 2008). Miescher pudo aislar y caracterización el ADN debido a su buena elección de las células para sus experimentos. Después de utilizar los leucocitos provenientes de la pus de vendajes uso espermatozoides de diferentes especies y ya que este tipo de células no se incrustan en un tejido o matriz extracelular, pueden purificarse fácilmente especialmente en los espermatozoides, los núcleos son grandes en comparación con el citoplasma, lo que facilita un enriquecimiento de componentes nucleares (Dahm, 2008).
Por otra parte, los estudios realizados por Theodor Boveri, Walther Flemming, Walter Sutton, y Edmund B. Wilson revolucionaron los campos de la citología y genética y sentaron las bases de la citogenética. Boveri investigó el papel de los cromosomas, su importancia durante el desarrollo embrionario y su relevancia como elementos para la herencia. Sus trabajos con erizos de mar mostraron que era necesario que todos los cromosomas estuvieran presentes para que un desarrollo embrionario correcto tuviera lugar. Este descubrimiento fue parte importante de la teoría cromosómica de Sutton y Boveri (Maderspacher, 2008). Walther Flemming realizó estudios detallados sobre la división celular en diferentes órganos y organismos (figura 2), principalmente del reino animal (Paweletz, 2001). Flemming además describió la morfología y el comportamiento de los cromosomas durante la división celular, acuñando los términos “cromatina” y “mitosis.” Y a finales de los años 1880 y 1890, Boveri y Walter Sutton de manera independiente comenzaron a desarrollar la teoría cromosómica, el cual dicta que los cromosomas llevan material genético y son la base de la herencia mendeliana (Dahm, 2008; Ramirez, Hulston, & Kovac, 2015).
Posteriormente, en 1953 Watson y Crick usando los resultados de imágenes de cristalografía de Rosalind Franklin (que estaban por publicarse y proporcionadas por Wilkins) de manera deshonesta y desleal, descifran la estructura del ADN, dando la primera visión “teórica” de la estructura molecular (Watson & Crick, 1953). En el mismo volumen de la revista Nature, Rosalind Franklin (figura 4) y Wilkins de manera independiente reportan estructuras cristalográficas del ADN proporcionado una primera visión experimental de su estructura y aspectos de su posible función (Franklin & Gosling, 1953; Wilkins, M.H.F., Stokes A.R., Wilson H.R, 1953). Una década más tarde, Robert W. Holley, Har Gobind Khorana, Marshall W. Nirenberg, y sus colegas finalmente descifraron el código genético (para más detalles consultar Articulo de Gen) (Singer, 1968). En este punto, se hizo evidente cómo la información para la creación de la variedad de organismos podría ser codificado en una sola molécula compuesta de sólo cuatro diferentes bloques de construcción. Esta información sirve como punto de partida para el desarrollo de una nueva disciplina biológica: la genética molecular.
Cómo citar: Checa Rojas, A. (2017, 09 de Mayo ) ADN: rápida revisión desde Mendel hasta Rosalind Franklind. Conogasi, Conocimiento para la vida. Fecha de consulta: Noviembre 23, 2024
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