s f Infección que consiste en la inflamación de los bronquios y que se extiende a los pulmones, en los que forma zonas de condensación diseminadas. Se caracteriza por un endurecimiento del tejido pulmonar, que se vuelve firme y quebradizo, lo que provoca fiebre, tos, dificultades para respirar, falta de expansión y enfisema