Al conocerse entre el publico el plan de la Comisión Federal de Electricidad de instalar un centro de generación de corriente eléctrica en el oriente del estado de Morelos mediante plantas termoeléctricas de ciclo combinado (tres turbogeneradores de gas y uno de vapor), se publicaron diversas opiniones en cuanto a los beneficios y riesgos de tal centro generador. Pocas fueron las menciones sobre los riesgos no inmediatos, y aún menos, aquellas que lo relacionaban con el impacto que tendrá sobre la salud de la población en un futuro no muy lejano. En las líneas siguientes haré una descripción de dos de los principales gases tóxicos que se producen como consecuencia del funcionamiento de una planta termoeléctrica y sus consecuencias, tanto sobre la salud humana como sobre las actividades agrícolas.
El bióxido de nitrógeno (NO2), uno de varios óxidos de nitrógeno (NOx), es un gas tóxico de color café rojizo, con un olor característicamente agudo, cáustico y penetrante, que ha sido calificado como contaminante prominente del aire.
Las principales fuentes de NO2 son los motores de combustión interna, las plantas termo-eléctricas, las plantas productoras de celulosa y. la quema de gas butano en estufas o calentadores. El aire que se requiere para la quema completa de estos combustibles introduce nitrógeno en las reacciones y produce óxidos de nitrógeno (NOx).
El NO2 puede detectarse por su olor agrio y, de ser percibido, se debe actuar inmediatamente pues el gas anestesia la nariz y una sobre-exposición puede ser letal. Existen evidencias de que exposiciones mayores a concentraciones de 40 X 10-6 gr/cm3 (treinta millonesimas de gramo en cada centímetro cúbico) pueden disminuir la función pulmonar y aumentar el riesgo de afectaciones respiratorias.
El mapa (figura 1) muestra la densidad del NO2 que tuvo la tropósfera durante 2011. En él se observa que este contaminante está presente en todos los continentes. Las concentraciones en algunos sitios rurales llegan a ser de 30 X 10-6 gr/cm3.
Una investigación publicada en 2005 por miembros de la Universidad de California (San Diego y Davis) concluyó que el síndrome de muerte infantil súbita (SMIS) puede estar relacionado con la exposición a altos niveles de NO2 en exteriores [ver referencia 1 al final del texto].
Relación entre el NO2 y el O3
El NO2 juega un papel importante en la química atmosférica, principalmente en la formación de ozono (O3) en la tropósfera (la capa natural de ozono se encuentra en la estratósfera). El O3 es un gas de color azul pálido, ligeramente soluble en agua y con un fuerte olor que recuerda al cloro. La exposición a O3 produce dolor de cabeza, ardor en los ojos e irritación de las vías respiratorias aunque se trate de concentraciones muy bajas (de una parte en 10 millones a una parte en un millón); su acción sobre materiales orgánicos como el látex, el plástico o el tejido pulmonar es muy destructivo.
Existen amplias evidencias que muestran los efectos del O3 en la función pulmonar y la severa irritación de las vías respiratorias [ref. 2]. La exposición al O3 y los contaminantes que lo producen está ligada a muerte prematura, asma, bronquitis, ataques al corazón y algunos otros problemas cardiopulmonares[3].
Asimismo, existen pruebas de que la presencia de O3 en la tropósfera reduce considerablemente las cosechas agrícolas ya que interfiere con la fotosíntesis y atrofia el crecimiento de algunas plantas [4]. Las consecuencias del fenómeno han obligado a la Agencia para la Protección Ambiental de los Estados Unidos y a la Organización Mundial de la Salud a emitir reglamentos con propósito de reducir el daño a las cosechas, además de los reglamentos emitidos para proteger la salud humana [2]. La ciudad de México es un claro ejemplo que muestra concentraciones elevadas de O3,producto de la reacción con NO2, con valores de hasta 1.25 partes en 10 millones, superando los límites establecidos por la Unión Europea (0.6 partes en 10 millones) y por la Organización Mundial de la Salud (0.51 partes en 10 millones) [4]. La figura 2 muestra la abundancia de O3 a distintas alturas sobre la superficie terrestre, así como sus efectos.
Estudios recientes muestran que la contaminación por ozono en Europa causa cerca de 22,000 muertes al año, reducciones considerables en las cosechas agrícolas y pérdida de biodiversidad [5]. Es interesante en estos estudios [5] el que se analizan al mismo tiempo las abundancias del bióxido de nitrógeno y del isopreno (2-metil-1,3-butadieno) en la tropósfera. Éste último es uno de los compuestos orgánicos volátiles que se emiten en la biosfera a partir de actividades humanas y es el más importante en términos de masa y reactividad química, además de jugar un papel determinante en la formación de ozono en la tropósfera [6]. Su presencia en la atmósfera se debe , sobre todo, a la actividad agrícola. Para evitar 5,500 de las 22,000 muertes anuales atribuidas al ozono, es necesario continuar con programas como el llamado Aire Limpio para Europa [7], lo cual implica reducir drásticamente las emisiones de los precursores del ozono (NO2 y compuestos orgánicos volátiles) y, en particular, no autorizar actividades que incrementen la emisión de isopreno, generado mayoritariamente al substituir cultivos tradicionales por árboles jóvenes a los que se corta el tronco para inducir la proliferación de vástagos que son destinados a la producción de agrocombustibles. Este problema es tan importante en la Unión Europea que sus ministros de energía y medio ambiente han propuesto eliminar totalmente la producción de agrocombustibles basados en la celulosa [8].
Con esta información en mente, cabe preguntarse respecto a los planes que la Comisión Federal de Electricidad tiene sobre la instalación de plantas termoeléctricas en Huexca, zona poblada cuya actividad económica es eminentemente agrícola. ¿Se desperdiciará el conocimiento y las capacidades científicas con que cuentan las nuevas secretarías del estado de Morelos? ¿Se ha evaluado el gasto adicional-evitable- en salud que se necesitará en un futuro no muy lejano? ¿Se ignorará la opinión de la Secretaria de Salud del Estado? ¿Son suficientes las evidencias de las muertes adicionales y las pérdidas económicas que se causarán o se necesita adicionar algún otro argumento a los anteriormente expuestos?
No se trata de tener una visión nueva o vieja, se trata de tener la visión correcta, para que las generaciones actuales y futuras puedan gozar de la inconmensurable riqueza de la salud.
Artículo publicado originalmente “Riesgos ocultos en las plantas termoeléctricas” en el periódico Unión de Morelos por miembros de la Academia de Ciencias de Morelos A.C.
Cómo citar: Autor, C., Antonio Sarmiento Galán Instituto de Matemáticas de la UNAM Miembro de la Academia de Ciencias de Morelos (2018, 21 de Septiembre ) Riesgos ocultos en las plantas termoeléctricas. Conogasi, Conocimiento para la vida. Fecha de consulta: Noviembre 23, 2024
Esta obra está disponible bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-No Comercial Compartir Igual 4.0
Deja un comentario
Sé el primero en comentar!